15/12/09
UNIVERSIDAD DE VALLADOLID (UVA)
La Universidad de Valladolid se ha ido ganando a lo largo de los siglos un sitio entre las universidades de referencia del panorama de la educación superior española.
Su fundación, en el siglo XIII, la convierte en uno de los centros de España más longevos. Ya en el siglo XVI la universidad pasa a ser una de las Universidades Mayores del Reino junto a la Universidad de Alcalá y la Universidad de Salamanca.
Durante las últimas décadas, la universidad ha asistido a la creación de nuevos centros y adscripción de nuevos campus (como el Campus de Segovia) y a la escisión de otros, como el campus de Burgos, que fue el germen de la actual Universidad de Burgos. En total, la UVA cuenta con más de 20 centros repartidos en cuatro campus (el central de Valladolid, el de Palencia, el de Segovia y el de Soria) en el que se imparten titulaciones oficiales, programas de postgrado y estudios propios.
La internacionalización se perfila como uno de los objetivos más importantes para la institución vallisoletana, que mantiene vigentes multitud de acuerdos con universidades extranjeras (más de 600 acuerdos de intercambio Erasmus y casi 200 convenios con centros internacionales en marzo de 2008). Además, la universidad participa en diversos proyectos para promover la movilidad internacional en el ámbito académico e investigador. La universidad, además, define como uno de sus rasgos diferenciadores el ser la primera universidad española en movilidad de profesorado dentro del programa Erasmus.
11/12/09
CAMPO GRANDE.
Proseguimos nuestro viaje al descubrimiento de la ciudad…
Hacemos una parada en el parque más grande de Valladolid: Campo Grande.
El parque del Campo Grande se encuentra casi en el centro geográfico de la ciudad. Tiene forma triangular y cuenta con 115.000 metros cuadrados de superficie. Su acceso principal se encuentra en la Plaza Zorrilla, donde junto a una gran puerta de factura moderna se halla un escudo floral de la ciudad. Entre los diferentes ornamentos del parque encontramos diversas fuentes y monumentos como la fuente de la Fama o la fuente del Cisne. El parque está cruzado perpendicularmente por un estanque-río sobre el que se transita, por medio de puentes, a las distintas fuentes y glorietas del parque.
El parque cuenta con una gran diversidad de flora y fauna con 90 especies de árboles y arbustos y más de 30 especies de aves. También se pueden encontrar ejemplares de erizos, gatos, murciélagos y ardillas.
Repartidos por su superficie se encuentra una faisanera, una pajarera y un palomar, perteneciente al Club Colombófilo de Castilla, que hacen que los pavos reales, faisanes y palomas sean muy numerosos y se hayan convertido en los auténticos habitantes del parque.
09/12/09
GASTRONOMÍA
Dentro de la gastronomía Vallisoletana, debemos comenzar sin duda hablando de sus asados especialmente del “asado de lechazo” condimentado con agua y sal y cocinado en horno de leña. También son importantes la “Sopa castellana”, “Las legumbres ribereñas” y el “bacalao al ajo arriero”. Acompañando estos magnificos guisos no podemos olvidarnos del pan llamado “Lechuguino” y de un buen vino. En Valladolid pueden degustarse vinos de gran calidad como son los adscritos a las cuatro denominaciones de origen de la provincia vallisoletana: los tintos de la Denominación de Origen Ribera del Duero, los blancos de Rueda o los rosados de la Denominación de Origen Cigales y la de Toro.
En el postre nos esperan unas deliciosas “natillas”, dulces como las “mariquitas” y diversas variedades de “bizcochos y mantecados”. Para los que gusten de algo más informal, pero igualmente representativo, el centro de Valladolid ofrece a todos sus visitants una gran cantidad de bares en los que poder disfrutar de sus típicos y variados “pinchos” ( pequeña rebanada de pan sobre la que se coloca una pequeña ración de comida; Es muy similar a una tapa).
En el postre nos esperan unas deliciosas “natillas”, dulces como las “mariquitas” y diversas variedades de “bizcochos y mantecados”. Para los que gusten de algo más informal, pero igualmente representativo, el centro de Valladolid ofrece a todos sus visitants una gran cantidad de bares en los que poder disfrutar de sus típicos y variados “pinchos” ( pequeña rebanada de pan sobre la que se coloca una pequeña ración de comida; Es muy similar a una tapa).
SEMANA SANTA
La Semana Santa de Valladolid atrae anualmente a visitantes de toda España y el resto del mundo. Yo he tenido suerte de estar allí en este periodo y de poder asistir a las procesiones por la ciudad. En esta semana las diecinueve cofradías vallisoletanas procesionan por el casco histórico de la ciudad. La história de la Semana Santa en Valladolid se remata al siglo XV, si bien anteriormente hubo procesiones en el interior de los conventos. Durante esta semana se pueden contemplar por las calles una de las principales exposiciones de imaginería religiosa del mundo, tallas que han permitido que la Semana Santa de Valladolid sea declarada de Interés Turistico Internacional; y no sólo se distingue por la singularidad artistica se sus pasos sino también por la sobriedad, el silencio y el respecto que reina en cada acto.
Un poquito de historia…
El origen del nombre de la ciudad no está del todo claro; antaño se creía que provenía de Vallis olivetum, es decir Valle de los Olivos, aunque dado el clima extremo de la ciudad no es muy probable que hubiera gran cantidad de olivos en la zona. Otra teoría más aceptada que las anteriores, afirma que el origen de la palabra proviene de la expresión celta Vallis Tolitum (Valle de aguas), ya que por la ciudad pasan el Río Pisuerga y el Río Esgueva, que antes de su canalización, en el siglo XIX, se extendía por varios ramales. Otra teoría, y ésta más probable, es por el gentilicio vallisoletano, que se cree que proviene de Valle del Sol o Valle soleado; en la Edad Media era llamada Vallisoletum.
En el año 1074 Pedro Ansúrez recibe la Ciudad de Valladolid de manos del Rey Alfonso VI. Desde ese momento la ciudad comienza a crecer hasta llegar a ser una de las más importantes de los siglos XIV y XV, convirtiéndose el la capital del Reino de Castilla. Valladolid siempre ha sido testigo de abundantes acontecimientos históricos, como la boda de los Reyes Católicos en la sala Rica del Palacio de los Vivero, la muerte de Cristóbal Colón, acadecida en 1506 (su cuerpo fue enterado en la ciudad, en el convento de San Francisco),o el nacimiento en el Palacio del los Pimentel de Felipe I en 1527. En 1561 la ciudad fue arrasada por un enorme incendio, tras el que Felipe II se comprometió a reconstruir la ciudad dotándola de la primera Plaza Mayor regular de España. Su decisión de trasladar la Corte de Valladolid a Madrid no sólo dejó una catedral a medio construir. El desmantelamiento de todo el entramado administrativo y comercial que atraía la presencia de la Corte en la ciudad, trajo consigo una época de decadencia de la que la ciudad no comenzó a recuperarse hasta el siglo XIX. Aun así, experimentó una pequeña expansión, culminando en la concesión del título de Ciudad en 1596, pero nada se podía comparar con los años en los que Valladolid era capital del Impero «en el que no se ponía el sol». En 1601, a istancias del Duque de Lerma, se trasladó de nuevo la Corte a Valladolid pero se volvió a mudar en 1606. Fue en este periodo corto de sede real cuando Cervantes publicó su primera edición del Quijote, en 1604. La casa donde vivió es actualmente una casa museo. En este periodo de tiempo también residieron en la ciudad Quevedo y Gongora.
En el año 1074 Pedro Ansúrez recibe la Ciudad de Valladolid de manos del Rey Alfonso VI. Desde ese momento la ciudad comienza a crecer hasta llegar a ser una de las más importantes de los siglos XIV y XV, convirtiéndose el la capital del Reino de Castilla. Valladolid siempre ha sido testigo de abundantes acontecimientos históricos, como la boda de los Reyes Católicos en la sala Rica del Palacio de los Vivero, la muerte de Cristóbal Colón, acadecida en 1506 (su cuerpo fue enterado en la ciudad, en el convento de San Francisco),o el nacimiento en el Palacio del los Pimentel de Felipe I en 1527. En 1561 la ciudad fue arrasada por un enorme incendio, tras el que Felipe II se comprometió a reconstruir la ciudad dotándola de la primera Plaza Mayor regular de España. Su decisión de trasladar la Corte de Valladolid a Madrid no sólo dejó una catedral a medio construir. El desmantelamiento de todo el entramado administrativo y comercial que atraía la presencia de la Corte en la ciudad, trajo consigo una época de decadencia de la que la ciudad no comenzó a recuperarse hasta el siglo XIX. Aun así, experimentó una pequeña expansión, culminando en la concesión del título de Ciudad en 1596, pero nada se podía comparar con los años en los que Valladolid era capital del Impero «en el que no se ponía el sol». En 1601, a istancias del Duque de Lerma, se trasladó de nuevo la Corte a Valladolid pero se volvió a mudar en 1606. Fue en este periodo corto de sede real cuando Cervantes publicó su primera edición del Quijote, en 1604. La casa donde vivió es actualmente una casa museo. En este periodo de tiempo también residieron en la ciudad Quevedo y Gongora.
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